A través de la creación de una dinámica de juego de intercambio de roles (Role-play) este Proyecto de Innovación Educativa aspira a la toma de conciencia por parte del alumnado del Grado en Fundamentos de la Arquitectura sobre la necesidad de integrar en sus procesos de trabajo las demandas, inquietudes, propósitos e intereses de los diversos agentes que intervienen en la producción social del hábitat en un contexto global. La propuesta se apoya en el desarrollo del proyecto de investigación REDIVISS (Red Iberoamericana de Vivienda Social Sostenible), financiado por la Comunidad de Madrid (Convenio Plurianual – línea de actuación estímulo a la investigación de jóvenes doctores), cuyo equipo de profesores y contratados, pertenecientes al Grupo de Investigación NuTAC, forma la base de trabajo del PIE (incluido el IP que actuará como coordinador). El proyecto REDIVISS contempla entre sus principales objetivos el desarrollo de herramientas educativas vinculadas al reto de la vivienda social sostenible en el contexto iberoamericano, y su aplicación específica a la práctica de la docencia. Aplicación que se propone llevar a cabo a través de este PIE mediante la colaboración entre dos asignaturas del Grado en Fundamentos de la Arquitectura (Proyectos Arquitectónicos e Historia del Arte y de la Arquitectura), lo que permitirá incluir en el juego de roles tanto a los agentes que intervienen en la producción del hábitat como a aquellos que desarrollan un discurso crítico sobre éste desde el conocimiento específico de la historia y la teoría.

El proceso de diseño, producción, recepción y re-significación del entorno construido (desde la escala de vivienda a la ciudad) es un proceso complejo que implica un gran número de agentes, intereses y objetivos no siempre alineados entre sí. Sin embargo, la docencia convencional del proyecto arquitectónico y urbano en las universidades españolas suele limitarse al establecimiento de una relación unívoca entre profesor y alumno, que tiende a soslayar la pluralidad inherente a los procesos de construcción de un hábitat inclusivo y socialmente diverso. El contexto latinoamericano representa mejor que ningún otro ese entendimiento de la arquitectura como construcción social compleja, y confirma el papel variable del arquitecto como mediador entre situaciones e intereses contradictorios: desde el acompañamiento y guía de procesos colectivos de autoconstrucción hasta la elaboración de piezas "de autor" para bienales y exposiciones de arquitectura. También representa, con especial intensidad en el caso de proyectos de vivienda y entorno urbano, una creciente urgencia en la búsqueda de acuerdos espaciales y soluciones negociadas entre gran número de intervinientes, así como la construcción de vínculos sociales más estrechos entre todos ellos. Partiendo de estas consideraciones y a través del empleo de diversos códigos y herramientas de interacción y comunicación adaptados al entorno particular de Latinoamerica, el proyecto aspira a que los alumnos participantes puedan expandir y contextualizar los límites de su formación arquitectónica, al tiempo que toman conciencia del verdadero impacto de su responsabilidad profesional y del valor añadido que como técnicos cualificados pueden aportar a la definición del espacio arquitectónico y urbano y a la sociedad en su conjunto. El proyecto trata, en definitiva, de defender una concepción social de la arquitectura y la ciudad que contrarreste el mito del arquitecto como figura aislada, creador independiente que modela el entorno humano a su voluntad. 

Esta aproximación a la construcción social de la arquitectura y de la ciudad se apoya en el marco teórico desarrollado por la profesora argentina Marina Waisman en su obra “La estructura histórica del entorno” (1977), donde establece tres campos complementarios de conocimiento referidos al conjunto de actividades, hechos, problemas y objetos derivados de la creación del entorno construido: el saber profesional arquitectónico, el saber folklórico o popular y la actividad profesional-comercial. Con el término de “unidad cultural”, Waisman busca identificar los sistemas de valores, modos de acción y de pensamiento característicos de cada uno de estos campos de conocimiento, sin dejar de entenderlos como fenómenos culturales, y asumiendo por tanto su condición de realidades abiertas a un intercambio y a una redefinición constantes. Junto a las teorías de Waisman, el desarrollo del PIE toma también como referencia clave el libro de Richard Sennet “Carne y Piedra” (1997), en el que se ofrece una mirada crítica sobre la relación cambiante entre cuerpo humano y entorno construido a lo largo de los siglos, y en el que se evidencia cómo esta relación ha condicionado la concepción de los tipos arquitectónicos y urbanos a muy distintas escalas, desde los ligados a los aspectos más íntimos de la vida a aquellos referidos a la ordenación del territorio. Ambas obras permiten enlazar el contenido histórico, teórico y analítico de la asignatura de Historia del Arte y de la Arquitectura con la visión operativa de Proyectos Arquitectónicos, consolidando un lenguaje común para el intercambio de pensamiento crítico entre los estudiantes de ambas asignaturas.

Partiendo de todas estas premisas, el proyecto “RED DE ROLES” busca generar una simulación “gamificada” de los procesos y agentes que participan en la construcción social del hábitat y su posterior recepción por parte de la sociedad plural: desde el autor del encargo, el arquitecto o el constructor, hasta los responsables de urbanismo, los promotores inmobiliarios, los críticos de la arquitectura o los movimientos ciudadanos y asociativos. Estos roles estarán personificados sobre todo por alumnos, pero también por profesores e invitados, y se irán entrecruzando en ciclos de trabajo sucesivos dentro del aula. En cada etapa del proceso cada alumno asumirá un rol determinado, a partir del cual tendrá que dialogar con los otros alumnos y producir un material concreto que transmitirá y confiará a sus compañeros; material que a su vez servirá de base para la siguiente etapa del ciclo de trabajo. En las distintas fases, el alumno irá por tanto cambiando de rol y recibiendo un material con el que trabajar que no ha sido producido por él mismo, sino por otros compañeros. De este modo, todos tendrán que trabajar simultáneamente de manera individual y colectiva, en una red de acciones e intercambios que fomente la producción de un conocimiento colectivo y verdaderamente compartido.

Diagrama-gráfico de roles y relaciones:

La metodología de gamificación propuesta en “RED DE ROLES” será aplicada por los dos grupos de alumnos (de unas 40 personas cada uno) asignados a los profesores Sergio Martín Blas y Begoña de Abajo Castrillo en la asignatura de Proyectos Arquitectónicos del Grado en Fundamentos de la Arquitectura de la ETSAM, dentro de la Unidad Docente del catedrático Francisco Javier Maroto Ramos. Este último será integrado en las dinámicas de innovación del PIE mediante un rol de supervisión crítica de procesos y resultados, mediante la comparación de metodologías docentes con el resto de secciones de la misma Unidad Docente, donde el mismo tema de trabajo se desarrollará mediante la metodología habitual: enunciado de curso, trabajo individual, presentaciones, revisiones conjuntas, etc (véase el apartado “propuesta de continuidad”). A los dos grupos de alumnos de proyectos se incorporarán también de forma puntual los alumnos de Historia del Arte y de la Arquitectura de la profesora Guiomar Martín (60 personas). Los investigadores contratados del proyecto REDIVISS José de Andrés Moncayo y Violeta González Escorihuela colaborarán en la organización y seguimiento de las actividades docentes y de difusión del PIE, reforzando la tranferencia de resultados entre docencia e investigación.

La relación directa entre “RED DE ROLES” y el proyecto de investigación en curso REDIVISS multiplica el potencial innovador de la propuesta, pues permite entrecruzar actividades de investigación con actividades formativas (esferas que en los estudios de Grado en Arquitectura suelen estar separadas). Además de fomentar la introducción de recursos y herramientas de investigación en la metodología docente, la plataforma REDIVISS hace posible el contacto directo de los estudiantes UPM con información, referencias y modelos de primera mano en materia de vivienda y ciudad en Latinoamerica, expandiendo su conciencia y conocimiento sobre la realidad global. Por otro lado, REDIVISS se presenta como una oportunidad única para aumentar significativamente la difusión de los resultados del curso a otros contextos sociales y culturales. En concreto, el vínculo establecido desde el grupo NuTAC con la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA) permitirá no solo contar con la atención de agentes locales del ámbito institucional y profesional de la arquitectura y el urbanismo, sino también dotar al proyecto de un foro de exposición en el 39 Congreso Nacional de Arquitectura y Construcción de Colombia, que tendrá lugar en octubre de 2023 en Bogotá. Con el fin de maximizar estas interacciones, el enunciado de curso tendrá como objeto la vivienda social sostenible y como emplazamiento de trabajo la capital colombiana: Bogotá.

Ejemplo de elaboraciones gráficas a escala urbana en distintas ciudades iberoamericanas de la investigación REDIVISS:

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Además, la infraestructura de REDIVISS sirve de paraguas institucional para la incorporación de universidades e investigadores, profesores y alumnos latinoamericanos a este PIE liderado por la UPM. En esta primera experiencia piloto, se contempla desde el arranque del curso la participación de dos investigadores de REDIVISS con sus respectivos alumnos: Doris Tarchópulos, profesora de Proyecto Urbano de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia), y Juan Carlos Bamba, profesor de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (Ecuador). Ambos grupos de profesores y alumnos aportarán a los estudiantes de la UPM documentación y conocimiento sobre el contexto local, las prácticas, aspiraciones y roles presentes en la construcción del hábitat social latinoamericano; pero también, y sobre todo, contribuirán a fortalecer las dinámicas de intercambio y negociación cultural que sirven de base e inspiración al proyecto. La participación de estos colaboradores será especialmente relevante en el arranque del proceso, con el establecimiento de los roles correspondientes al "cliente" o "autor del encargo", de las exigencias del contexto (climático, cultural, histórico, etc.), y de las áreas de intervención. A partir de ahí, los estudiantes irán asumiendo sucesivas tareas, desde la formalización de demandas y aspiraciones iniciales a la definición técnica y constructiva del proyecto, la construcción física de un objeto, su presentación al cliente, su valoración y resignificación posterior por parte de otros agentes o la autocrítica y alteración cíclica del resultado.

Aunque se espera que los alumnos produzcan un trabajo individual y reconocible, este solo adquiere sentido dentro de un proceso de colaboración más complejo en el que participan todos los alumnos de cada aula. La dimensión lúdica del proceso aflorará en los diálogos y las negociaciones entre agentes, en la superación o frustración de las expectativas de cada uno, en las sintonías y en los equívocos. A través de todas estas situaciones, el alumno tomará conciencia de la complejidad de los procesos de producción social del hábitat, con aspectos concretos como el papel mediador del dibujo y el modelo arquitectónico, a caballo entre las aspiraciones (individuales y colectivas) y los procesos de construcción. Este último aspecto ejemplifica bien el carácter innovador del proyecto: cuando en su rol de "constructor" un alumno reciba los planos para la producción de un modelo a escala del alumno en rol de "arquitecto" y deba enfrentarse a la producción de un objeto a partir de dicha información, entenderá la importancia de sus propios dibujos en el paso anterior y sucesivo, en el que él mismo asumirá el rol de "arquitecto". En suma, RED DE ROLES busca fomentar el sentido de responsabilidad individual en un proceso colectivo, participando en un “juego”, el de la producción social del hábitat en Latinoamérica, guiado por profesores e investigadores expertos en el tema, tanto de la UPM como de otras universidades latinoamericanas pertenecientes a la red de investigación REDIVISS.

El objetivo principal del proyecto RED DE ROLES consiste en generar una nueva dinámica docente que amplíe el ámbito de aprendizaje de los estudiantes de arquitectura y trascienda la relación convencional profesor-alumno a favor de una aproximación más plural. Al repartir entre el alumnado roles cambiantes referidos a los diferentes agentes implicados en la producción social del hábitat, se espera fomentar un modo de hacer y pensar la arquitectura más abierto, accesible y cercano a la sociedad. En este sentido, lograremos consolidar desde los inicios de su formación una visión multidisciplinar del arquitecto y un sentimiento de empatía que les permita en su futuro profesional valorar e integrar enfoques y necesidades diversas en torno a la consecución de objetivos comunes.

Por otro lado, al incorporar estos procesos complejos en el marco de un juego con unas reglas preestablecidas y sencillas de comprender (Gamificación) contribuiremos a mejorar la motivación e implicación de los estudiantes en su trabajo. Junto a la línea de gamificación, este PIE enlaza abiertamente con las líneas de Aprendizaje-Servicio (ApS) al reproducir las condiciones de un ecosistema de trabajo real complejo, de Aprendizaje en entornos colaborativos, al apostar por la creación de puntos de vista alternativos sobre un mismo reto de diseño mediante la asunción de roles múltiples (Role-Play) y de Aprendizaje basado en la investigación (ABI) al integrar en la metodología docente recursos y herramientas específicas del ámbito de la investigación.

Una vez claro el punto de partida, se establecen los siguientes objetivos complementarios:

-       Ampliar las competencias transversales del alumno con especial hincapié en aquellas habilidades sociales, comunicativas y de inteligencia emocional que demanda la resolución de problemas complejos del mundo real. 

-       Fomentar el desarrollo del conocimiento colectivo, gracias a la rotación constante de roles, lo que obliga a los estudiantes a asumir como suyo el trabajo de los compañeros y sentirse más identificados con el resultado del grupo, disminuyendo de esta manera la tendencia competitiva habitual en cursos convencionales de proyectos.   

-       Incorporar sistemas de evaluación progresiva basados en la evaluación continua de los procesos activos de aprendizaje por encima de los resultados finales a través de sistemas de seguimiento del trabajo en el aula y de sesiones regulares de evaluación entre iguales (peer feedback).

-       Promover una visión social del espacio urbano y contribuir a la redefinición del concepto de “vivienda social sostenible” en un sentido amplio, como producto del interés general o compartido de una sociedad, acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y especialmente, en lo que se refiere a la conciencia medioambiental y a la lucha contra las desigualdades sociales.

-       Ampliar el conocimiento curricular del estudiante a casos de estudio y problemáticas del ámbito latinoamericano, contribuyendo a complementar las referencias culturales y académicas del alumno de la UPM con otros contextos internacionales.

-       Establecer vínculos docentes entre la UPM y una serie de universidades Latinoamericanas ya integradas en el proyecto de investigación financiado REDIVISS (a día de hoy: Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidade de Sao Paulo, Universidad de Buenos Aires, Universidad Autónoma de Mexico e  Instituto Tecnológico de Monterrey), promoviendo la internacionalización de la docencia y contribuyendo a una importante apertura cultural por parte del profesorado y de los estudiantes.

-      Fomentar el aprendizaje autónomo del alumnado y garantizar una vía de formación continua (LifeLong Learning) en etapas posteriores, gracias, entre otros recursos, al uso de la plataforma web de REDIVISS, donde se incluye un repositorio de referencias arquitectónicas y bibliográficas que podrá proporcionar al alumno un archivo especializado de casos de estudio al que volver a lo largo de su carrera académica y profesional.

La contribución a la mejora de la calidad de la enseñanza de este PIE se centra en dos aspectos fundamentales: por un lado, el fortalecimiento del aprendizaje colectivo y de la responsabilidad social del arquitecto-técnico; por otro, la incorporación de técnicas de mediación (palabra-dibujo, dibujo-acción, acción-objeto, objeto-reinterpretación) como base para su desarrollo formativo. Estas aportaciones se relacionan con deficiencias concretas en los procesos de enseñanza-aprendizaje en el Grado en Fundamentos de la Arquitectura (tendencia al individualismo competitivo y consideración del dibujo arquitectónico como producto final).

Partiendo de esta doble premisa, el proyecto se plantea en primer lugar como una oportunidad para acercar la experiencia académica de los estudiantes a las dinámicas sociales y profesionales a las que está sometido el ejercicio real de la arquitectura en el siglo XXI, y más específicamente a un contexto de gran efervescencia e interés en términos de negociación social: la producción de vivienda en Latinoamérica. Se pretende por tanto que el estudiante desarrolle una serie de habilidades y competencias transversales concretas, con la esperanza de que en su futuro profesional continúe confiando en la búsqueda de instrumentos de negociación interdisciplinar desde la defensa de ideales compartidos. En esta línea, se aspira también a una reflexión más general sobre buenas prácticas en la construcción del hábitat urbano, en consonancia con una sociedad más justa e inclusiva, siendo conscientes de que, además de usuarios, los estudiantes de arquitectura y urbanismo son potenciales productores y reguladores de vivienda y ciudad en un futuro próximo.

Por otro lado, se pretende que el alumno tome conciencia de que los instrumentos que tiene a su alcance y va poco a poco dominando durante los años de formación (desde el dibujo de un detalle arquitectónico a la definición global de un plan urbanístico) no son el fin último de su práctica, sino tan solo herramientas de mediación para perseguir fines específicos con un determinado impacto social. En última instancia, podrá darse cuenta de que solo de la constante evaluación entre objetivos y medios, así como de la capacidad de reacción frente a contingencias e incertidumbres, se desprenderá el éxito del proceso.

Finalmente, la propuesta mejora la calidad de la enseñanza aumentando la participación activa del alumno en las dinámicas educativas del aula, desdibujando los límites entre roles e integrando los contenidos formativos en un proceso guiado por el trabajo de los estudiantes y sus interacciones.

La siguiente tabla detalla las fases y acciones del proyecto en orden cronológico, por semanas (sesiones) y días:

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El desarrollo de la metodología docente de este proyecto de innovación se organiza en torno a sesiones de trabajo (tres días por semana) de diferente naturaleza que tendrán lugar en el aula, complementadas por la realización de trabajo en casa, durante horas que no sean las correspondientes al taller presencial. Las sesiones en el aula podrán ser de los siguientes tipos:

-       Sesiones interactivas (en grupo / en pareja)

-       Sesiones de trabajo, reflexión y producción (individual / en pareja / en grupo)

-       Sesiones de referencias externas e inputs teóricos

-       Sesiones críticas (conjuntas, externas, finales, etc.)

El proceso de aprendizaje propuesto se basa en la iteración de ciclos de trabajo en los que el alumno debe emplear el material generado por un compañero en la sesión anterior para seguir avanzando su propio trabajo y pasarlo al siguiente, contribuyendo así a la producción de un trabajo colectivo. Cada persona va adquiriendo de esta manera roles sucesivos con nuevos puntos de vista y objetivos específicos cambiantes. La construcción de estos roles estará mediada por el contexto geográfico latinoamericano en el que se plantea el desarrollo de todo el curso, son su dimensión lingüística y socio-cultural específica. El cliente, el constructor, el registrador, el consultor o el crítico, serán roles con funciones e idiosincrasias únicas que contribuirán a expandir la visión auto-adquirida por el alumno en su formación académica al tiempo que dinamizará el proceso de aprendizaje al asociarlo al juego cooperativo y a la socialización.

La definición de los roles y de las interacciones en el taller se divide en tres escenarios o “fases”, inspiradas en las unidades culturales identificadas por Marina Waisman en el libro “La estructura histórica del entorno” (véase el apartado “descripción”). El becario del PIE realiza el registro sistemático (gráfico y escrito) de las actividades del aula, vuelca los resultados a formato digital e incorpora el registro de las sesiones críticas.

FASE I – EL SABER ARQUITECTÓNICO

Esta primera fase reproduce un escenario de división de roles inspirado en la práctica formal del proyecto arquitectónico, en la que cada rol se corresponde con un saber especializado, y por las aspiraciones de la cultura arquitectónica de ir más allá tanto de las demandas de subsistencia y habitabilidad como de las premisas y aspiraciones económicas.

“El cliente”. Tras la presentación del curso se divide la clase en grupos de cuatro alumnos. Cada alumno propone un “cliente teórico” en base a una serie de etiquetas (tags) preparadas previamente por los miembros de REDIVISS y sorteadas en clase, en combinación con características de su libre elección a definir en un cuestionario prestablecido. Este cuestionario permite dotar al cliente de un trasfondo realista de cierta entidad, pese a su condición ficticia: origen geográfico, profesión, nivel socioeconómico, actividades favoritas, gustos musicales o artísticos…etc. En esta primera sesión, el alumno debe registrar oralmente (video o audio) las peticiones del cliente sobre la vivienda que desea para sí.

“El Arquitecto 1”. Cada miembro del grupo recibe las peticiones de un cliente distinto y debe elaborar una “propuesta inicial”, una serie de croquis que busquen traducir los deseos del cliente a relaciones y cualidades espaciales concretas (al modo de los famosos croquis de Alison y Peter Smithson conocidos como "Los pequeños placeres de la vida"), llegando a proponer unos dibujos germinales de propuesta de vivienda. El encargo puede unir varios clientes que se proponen vivir juntos (un grupo de cuatro alumnos). En ese caso el proyecto deberá resolver el equilibrio entre lo individual y lo colectivo. La propuesta se desarrollará en un lugar del que se dará una definición básica (dimensiones, orientaciones, contexto, clima) y en base a unos límites normativos marcados por la figura del “urbanista”, encarnada por los profesores del aula y relacionadas con dimensiones colectivas y públicas.

“El Arquitecto 2”. Un segundo arquitecto traduce los croquis de la “propuesta inicial” o anteproyecto a un “proyecto” que incluye plantas, secciones y alzados acotados. Los planos deben contener la información necesaria para la elaboración de una maqueta que refleje y sea coherente con las intenciones de la propuesta inicial. Los planos finales serán los que definan la construcción de esa maqueta, un modelo de la vivienda a escala, con materiales y técnicas debidamente seleccionados para resultar accesibles al siguiente rol. Igualmente, el proyecto deberá adaptarse para cumplir con requisitos de habitabilidad, y adecuarse a las aspiraciones y a la capacidad económica del cliente.

“El constructor”. En su siguiente rol, cada miembro del grupo se convierte en constructor y debe elaborar la maqueta a escala 1:50 a partir de los planos elaborados por el segundo arquitecto. Cada estudiante recibirá además por sorteo en esta fase una serie de limitaciones que obligarán a la construcción de la maqueta empleando únicamente determinadas herramientas, técnicas, componentes o materiales. El constructor deberá identificar los límites y potenciales mejoras en la definición del proyecto y proponer las adaptaciones y cambios correspondientes.

 “El Crítico”. Los alumnos de la asignatura Historia del Arte y de la Arquitectura asumen el rol de críticos y deben examinar las maquetas, elaborando una reseña que se traslada al “Arquitecto 1”. Además de identificar las principales cualidades arquitectónicas del proyecto, los críticos deben valorar el resultado teniendo en cuenta el contexto socio-cultural y las demandas particulares del cliente (referencias, gustos, artista u obra favorita, etc.) expuestas en el cuestionario inicial.

“El cliente”. El cliente de la sesión 1 recibe la maqueta resultado del anterior proceso. Debe examinarla y juzgar si se adapta a sus condicionantes de partida, además de introducir una serie de necesidades sobrevenidas que sirvan de detonante para producirse una segunda iteración del ciclo. En este punto todos los alumnos deben realizar un cuestionario en grupo para evaluar la relación entre los resultados y los objetivos inicialmente planteados. 

“El Arquitecto 1”. El “Arquitecto 1” recibe la reflexión del cliente, su lista de nuevas necesidades y la reseña crítica. Debe elaborar con ellas una revisión de su “propuesta inicial”. En esta sesión se pueden producir nuevos croquis a mano, pero también introducir otras técnicas comunicativas (diagramas, fotomontajes, collages, etc.)  

“El Arquitecto 2”. El “Arquitecto 2” recibe la revisión de la propuesta inicial y debe actualizar la documentación gráfica del proyecto para la construcción de una nueva maqueta.

“El Constructor” El constructor elabora una nueva maqueta a escala 1:50 basada en la nueva documentación de proyecto, siempre analizando críticamente el proyecto e introduciendo las adaptaciones y mejoras que considere compatibles con las ideas de los arquitectos. 

“La exposición” (Review Latinoamericana). El aula se convierte en una sala de exposiciones con los resultados de esta primera fase, visitada por los “críticos” y se produce una revisión de los resultados con el responsable de la Unidad Docente (Francisco Javier Maroto Ramos). La exposición se trasladará a formato virtual y se compartirá con los miembros latinoamericanos de la Red para recibir sus comentarios.

FASE II – EL SABER POPULAR 

“Como vivir juntos?”. Cada miembro del grupo asume de nuevo el rol de su cliente inicial y recibe la maqueta revisada de su vivienda. En una sesión conjunta en la que cada alumno continúa con su mismo rol, cada grupo debe elaborar un documento de acuerdo para la construcción de una pequeña agrupación de viviendas a modo de cooperativa o co-living, es decir, una especie de contrato entre partes que respete las partes de su proyecto que cada personaje desea preservar, pero que incorpore también la definición de zonas compartidas, de convivencia, socialización, etc. Este cliente colectivo conoce el lugar de trabajo definido por sus condiciones básicas (dimensiones, forma, orientaciones, clima) y por los límites normativos propuestos por el “urbanista”-profesor (volumen, alturas, ocupación).

“El arquitecto-mediador”. El documento de cooperación entre clientes de un grupo de alumnos se intercambia con otro grupo para que todos asuman un nuevo rol: el de arquitectos mediadores. El fin ahora es definir un proyecto que responda a las necesidades de los cooperativistas asumiendo el modelo de vivienda progresiva o crecedera, es decir, concentrado en la definición precisa de un soporte infraestructural básico (estructura portante, instalaciones de climatización, servicios mínimos, etc.) abierto a diversas interpretaciones y ocupaciones.

“La Infraestructura”. En esta fase, el constructor recibe los documentos del arquitecto-mediador y debe emplearla para la construcción del soporte infraestructural del co-living a escala 1:50. La estructura soporte constituye el “esqueleto” mínimo que requiere ser fabricado por personal especializado para responder a las necesidades individuales y a los puntos acordados por los cooperativistas.

“El Autoconstructor”. La infraestructura pasa de nuevo a manos de los cooperativistas, quienes la completan con particiones y cerramientos y simulan un posible crecimiento en el tiempo. Las técnicas utilizadas deben simplificarse al máximo para su ejecución por personal no cualificado. 

“La asamblea del barrio” (Mid-Term Review). Los resultados del proceso se unen para formar un conjunto urbano a modo de “unidad vecinal” y se produce una revisión de los resultados a mitad de curso con el responsable de la Unidad Docente (Francisco Javier Maroto Ramos).  

FASE III: ARQUITECTURA SOCIAL Y CIUDAD

En esta tercera fase se reproduce un nuevo ciclo de intercambio de roles, pero saltando esta vez a la escala urbana, para introducir una reflexión más profunda sobre el modelo de ciudad en el que queremos vivir desde criterios de sostenibilidad social y ambiental.

 “Los activistas”. En una primera etapa se pide a los estudiantes una reflexión grupal sobre la concepción urbana más allá de la solución concreta de agrupación propuesta por la cooperativa anterior. Se trata ahora de imaginar criterios de escala, densidad o diversidad programática, así como parámetros concretos de calidad urbana que permitan optimizar el uso de servicios e infraestructuras y de producir entornos de vida equilibrados, seguros y de alto valor ambiental. El objetivo de esta etapa es producir un ‘manifiesto urbano’ con una fuerte carga crítica y teórica.

“El promotor” y “el político” en estas dos sesiones interactivas, los alumnos deben asumir las agendas más realistas de políticos e inversores y defenderlas contra el idealismo de los activistas. Entran en juego ahora argumentos de rendimiento, productividad, viabilidad económica, pero también intereses políticos e ideológicos, condicionantes temporales, estrategias de marketing y limitaciones legales.  

“El urbanista”. En base al estudio más detallado del área de intervención, y teniendo en cuenta las conclusiones y contradicciones que hayan podido surgir en diálogos anteriores, cada grupo debe redactar un documento de “Acuerdo de cooperación urbana” para regular el proyecto de un fragmento de tejido urbano con toda su complejidad. Este documento normativo y abstracto debe establecer los parámetros urbanísticos básicos que podrían servir de base reguladora para desarrollar de manera realista los diferentes proyectos cooperativos creados anteriormente. Desde el rigor normativo se debe hacer referencia a cuestiones de densidad, alturas máximas, apertura de huecos, alineaciones, vistas, provisión de servicios y espacios verdes, etc.

 “El arquitecto social”. Cada estudiante, ya de manera individual, actúa ahora a modo de “Arquitecto Social” adaptando el proyecto de su cooperativa (o asumiendo como propia la solución de otros grupos) a los puntos acordados en el “Acuerdo de cooperación urbana”, así como a otros condicionantes que puedan surgir de la interacción con nuevos elementos disruptores, personificados por la asunción de determinados roles por los propios docentes. Estos elementos pueden tener que responder a demandas administrativas (aportadas por el “técnico municipal”), sociales (derivadas de la conversación con nuevos “activistas” o “asociacionistas”) económicas (de nuevo, la presencia del “inversor”) o políticas (¡elecciones anticipadas!). Al final de estas sesiones cada estudiante debe producir unos planos y una maqueta final de un fragmento urbano que reúna, en la medida de lo posible, todos los requerimientos anteriores y que incorpore aquellos elementos programáticos y espaciales adicionales que se consideren oportunos para generar, en el área de intervención dada, un pequeño tejido residencial sostenible desde el punto de vista social, urbano y medioambiental. 

“El editor”.  Finalmente, el estudiante debe distanciase de la acción de producir para editar el contenido de su entrega final, poniendo especial énfasis en describir los procesos de discusión y asunción de distintos roles durante todo el curso, pero también en la reflexión crítica sobre el conocimiento colectivo producido. Su objetivo es generar, por un lado, una compilación editada a modo de dossier que recoja el trabajo desarrollado a lo largo de todo el curso registrando la fecha, fase y rol ejercido durante cada etapa del proceso y por otro, una reflexión personal sobre lo que entiende, tras el ‘juego’, por “producción social del habitat”. 

 “Final Review”. Los críticos y el responsable de la Unidad Docente en papel de alcalde vuelven a revisar todo el trabajo del curso y emiten sus observaciones. Los materiales se vuelcan en formato digital para que la revisión incluya a los miembros latinoamericanos de la Red.

Toda la actividad docente se desarrollará en el aula a partir del trabajo de los alumnos. En determinadas sesiones, la vinculación directa entre presencialidad y producción permitirá al alumno recibir un feedback inmediato de su trabajo, gracias a la evaluación de sus propios compañeros en sus sucesivos roles. Por su parte, el profesorado, además de realizar sesiones críticas junto a invitados externos a mitad y final de curso, asumirá una serie de “roles cambiantes” en función de las necesidades concretas de cada momento. Es decir, intervendrá en el proceso de proyecto con diferentes actitudes según las tareas específicas asumidas por el grupo de trabajo en cuestión. Más que corregir, podrá guiar o dirigir el trabajo de los alumnos desde el rol de “consultor” especializado en temas técnicos específicos, de “teórico de arquitectura” que persigue el debate, de “técnico municipal” que defiende la ordenación urbanística, o del “activista” que busca la provocación.

La evaluación del resultado de los alumnos se producirá a través de un doble sistema. Por un lado, un sistema de evaluación continua donde se premiará el compromiso colectivo y la participación activa en el aula. Para ello, el trabajo del becario colaborador será fundamental, pues se dedicará a producir en el día a día, un registro fotográfico y escrito del trabajo de los alumnos (a modo de cuaderno de bitácora), así como al volcado de la información a formato digital. Una parte de este primer sistema se confiará al potencial de la evaluación entre iguales (peer feedback), que se producirá en directo a través de diálogos e interacciones personales en el día a día, al recibir el trabajo del compañero anterior, pero también a través de cuestionarios escritos, a rellenar después de cada ciclo de trabajo.

El segundo sistema de evaluación estará centrado en los productos y resultados individuales a través de sesiones críticas. En estas sesiones será fundamental la Evaluación de agentes externos: se producirá a través de la intervención intermitente de los “roles invitados”. Gracias a ella, se podrán evaluar aspectos más específicos de cada trabajo y competencias transversales adquiridas por cada alumno individualmente. En esta segunda línea se plantean tres hitos de evaluación a modo de sesiones críticas (una al final de cada fase), con indicación de las evidencias de logro, e incluyendo puntualmente la participación de profesores externos a la UPM, pertenecientes a REDIVISS.

Por último, se realizará un cuestionario a final de curso, donde no solo se valorará la satisfacción del alumnado respecto a la metodología docente de PIE, sino que se incluirá también una auto-evaluación, es decir, una valoración crítica de los propios resultados por parte de los estudiantes, en función de su alineación con los objetivos del curso.

En resumen, el sistema de evaluación respetará los siguientes coeficientes:

-       Evaluación continua (50%) a través de registro diario o semanal de progresos individuales y grupales.

-       Sesión crítica conjunta (10%) a través de la contribución del crítico de arte y el primer feedback del cliente.

-       Sesión crítica externa (Review latinoamericana) (10%) a través de las evaluaciones del crítico invitado.

-       Sesión crítica interna (Mid-term review) (10%) de toda la Unidad Docente.

-       Entrega y presentación final (20%) 

Evidencias de logro: la evaluación del éxito docente del proyecto se producirá mediante la comparación directa entre los dos grupos que, dentro de la misma unidad docente y en paralelo, habrán desarrollado el mismo enunciado con metodologías diferentes (los 40 alumnos implicados en el PIE y el resto de alumnos de la misma Unidad Docente con otros profesores). Para contrastar la diversidad de resultados de una y otra metodología de forma directa, se establecerán índices de medición de resultados comunes que evalúen ambos procesos, incluyendo una evaluación final del curso. 

-  Bitácora digital del proyecto en rr.ss. (Instagram). Contendrá por un lado materiales producidos durante el curso por los propios alumnos (incluyendo reflexiones escritas sobre la experiencia personal del proceso) y por otro un registro gráfico, fotográfico y escrito realizado por el becario colaborador en colaboración con el resto de profesores participantes. Esta herramienta digital también servirá para coordinar el trabajo en el taller a modo de tablón de anuncios de las actividades a desarrollar en próximas sesiones. La bitácora servirá de modelo interno a otros talleres de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos del Grado en Fundamentos de la Arquitectura de la UPM.

-  Guía metodológica que recoja los resultados y principios pedagógicos del proyecto para compartir entre otras unidades de la UPM y otros centros asociados a REDIVISS. Para facilitar la expansión del proyecto, se contempla la utilización de la “guía metodológica” resultante de este curso como documento de referencia para réplicas y versiones del proyecto a futuro dentro y fuera de la UPM. Cada una de las nuevas aplicaciones de la metodología propuesta contribuiría obviamente a la revisión de los planteamientos originales y a la creación de aproximaciones alternativas y mejoradas del proyecto inicial, al integrarse en contextos nacionales, culturales y personales necesariamente diversos. La guía se editará en formato digital, su contenido será elaborado por los profesores y contratados UPM que participan en el PIE. La guía será un documento fundamental para la transferencia de resultados externa a la UPM.

-  Informe de resultados para su publicación en anuarios (DPA) y congresos. El informe incluirá las aportaciones de los miembros de la Red Iberoamericana REDIVISS y la posible transferencia entre la actividad docente y ese proyecto de investigación.

-  Publicación docente “RED DE ROLES”. Publicación en formato digital con ISBN para la difusión en centros educativos de Iberoamérica. Se publicará en formato físico una tirada reducida acorde con la disponibilidad de medios del PIE y con la posibilidad de captar financiación externa al mismo.

-  Exposición digital en formato web, incorporada a la sección de proyectos docentes del proyecto REDIVISS (plataforma web en construcción). La exposición se consolidará al cierre del curso como archivo selectivo de resultado accesible a alumnos y profesores, a partir de la bitácora.

-  Ponencia en Jornadas de Innovación Docente (JIDA) y/o en el Congreso REDIVISS. El proyecto REDIVISS incluye como hito la organización de un congreso-simposio sobre vivienda social sostenible, que se integrará en el Congreso Nacional de Arquitectura y Urbanismo de Colombia (Sociedad Colombiana de Arquitectos) en otoño de 2023. Como parte de las actividades asociadas al congreso se ofrecerá la oportunidad de que los estudiantes y profesores del curso presenten sus resultados al público colombiano. También se considera la posibilidad de presentar la experiencia en un congreso especializado, como por ejemplo JIDA.

-  Publicación en plataforma digital e-flux para la difusión de resultados entre la comunidad artística (más de 150.000 lectores habituales). El coste de esta publicación se incluye entre los gastos del PIE. Alternativamente se podrán buscar otros medios digitales para la difusión de los resultados del curso (por ejemplo la página chilena archdaily.cl).

- Preparación de un artículo para la revista Codesign (Q1 en Scopus). La publicación del artículo no se puede incluir entre los resultados directos del PIE, ya que los plazos de preparación, revisión y publicación quedarán fuera del periodo de informe y evaluación de resultados, pero se plantea su preparación a partir de los resultados del Proyecto y de cara a su continuidad.

Colaboraciones interdepartamentales. El proyecto nace de la colaboración entre el grupo de Proyectos UD. MAROTO, en el que se integra el coordinador Sergio Martín Blas y la profesora Begoña de Abajo y la asignatura Historia del Arte y de la Arquitectura de la co-coordinadora Guiomar Martín Domínguez. Es decir que se produce un primer nivel de colaboración interna entre dos departamentos de la ETSAM: el Departamento de Proyectos Arquitectónicos (DPA) y el Departamento de Composición (DCA).

Colaboración con el grupo de investigación NuTAC y con el equipo de investigación del proyecto REDIVISS (Red Iberoamericana de Vivienda Social Sostenible), financiado por la Comunidad de Madrid en el marco del Convenio Plurianual con la Universidad Politécnica de Madrid en la línea de actuación estímulo a la investigación de jóvenes doctores (Proyecto REDIVISS, Referencia: APOYO-JOVENES-21-A030RM-132-BEZJY9). El equipo del proyecto, incluidos los investigadores contratados José de Andrés Moncayo y Violeta González Escorihuela, colaborará en la organización y desarrollo de las actividades docentes y de difusión del PIE.

Colaboraciones internacionales. gracias a la integración del proyecto dentro el marco de trabajo la red internacional de investigación REDIVISS, se cuenta con la participación de dos profesores externos que participarán en el proyecto piloto a modo de críticos invitados y consultores on site / online, probablemente incorporando también un grupo reducido de alumnos en el ‘juego’: Juan Carlos Bamba, profesor de Proyectos Arquitectónicos en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (Ecuador) y Doris Tarchópulos, profesora de Proyecto Urbano en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia). Además, se cuenta con la colaboración de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), con base en Bogotá, quien ha mostrado ya su interés en los resultados del ABI que pueda derivarse de este proyecto en relación con la vivienda social colombiana.

El desarrollo de esta experiencia abre la posibilidad de una futura colaboración más amplia entre estas y otras instituciones latinoamericanas que implique la realización de cursos paralelos en los que los alumnos de distintos países trabajen sobre un tema o enunciado común e interaccionen de modo directo o indirecto. A medio plazo, se prevé aprovechar los recursos humanos y docentes de REDIVISS, generando réplicas y versiones del proyecto en otras instituciones de la red, como la Pontificia Universidad de Perú, la Universidad de Sao Paulo, la Universidad de Buenos Aires o la Universidad Autónoma de México.