El acertijo del mercero


El mercero se resistía a satisfacer las demandas de los peregrinos para que propusiera un acertijo. 

Tanto le insistieron... que al final se decidió, pidiendo que se le diera un paño en el que recortó un triángulo equilátero perfecto. Luego, mostrándolo a los demás dijo:

"¿Es alguno de vosotros tan diestro en el corte de género como yo? Estimo que no.  Cada hombre a su oficio, aunque el estudioso puede aprender del lacayo y el sabio del necio. Mostradme, pues, una manera de cortar este trozo de género en cuatro piezas de manera que puedan reunirse formando un cuadrado perfecto"

Tras varios intentos, los más avezados mostraban soluciones cortando en triángulo en cinco piezas! .... pero no en las cuatro que pedía el mercero.  Mientras, él los observaba pero permanecía en silencio. Cuando finalmente le pidieron la solución casi recibe una paliza, pues, declaró que la había olvidado.

Al fin, tras varias noches de incertidumbre, el acertijo quedó resuelto.